Pero a la noche tengo que hacer todo en puntas de pie, no puedo escuchar música al palo, y lo peor de todo es que tengo que hablar a la mañana (ese es un tema que ya retomaré).
Tomo mate en familia, eso es bueno a veces y malo otras: cuando quiero estar sola. Tengo que avisar antes de bañarme para que no prendan la canilla del baño, pero por lo menos tengo a quien gritarle si me olvidé de llevar toalla o se acabó la crema enjuague...
Y antes de despedirme de mi primer post de la vuelta al blog...algo fundamental e invaluable de vivir con mis padres: tengo quién mate las arañasssssssss...
Hasta la próxima
Luján