En esta hermosa ciudad que se acostumbra a dormir la siesta no siempre es algo que se pueda realizar con facilidad, más que nada aquellos días en los que NECESITO dormir...
Hoy por ejemplo me acuesto por una hora: mi papá le grita a mi mamá que lo ayude con una persiana, a mi mamá le suena el celular y habla a los gritos (obvio), suena el teléfono fijo para vender algo...Me levanto, enojada (obvio)...doy unas vueltas por la casa y voy por el segundo intento, peroooooo mi papá que había salido y que no pensó que yo trataría de dormir de nuevo...tocá timbre y grita desde la puerta de entrada MATEEEEE...y ahí me rindo por hoy...
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