En esta época del año uno planea sus vacaciones, y si vivís solo ¿qué hacer con las plantas y los animales?, es un problema recurrente. Voy a hablar sólo de lo que tengo conocimiento de causa: las plantas.
Durante mi vida de hija en Viedma eso no significaba un problema para mí, porque mis papás se ocupaban de buscar a alguien que alimente a los perros y riegue las plantas en nuestra ausencia.
Llegó el día que mi prima mayor me regaló mi primera planta: era muy especial, porque era sólo mía. Pero las vacaciones llegaron y, como todo estudiante del interior, salí corriendo para mis pagos… ¿qué hacer con mi plantita?, decidí llevarla a lo de mi tía. Al terminar el verano, volví a Buenos Aires y la fui a buscar pero…no estaba más entre nosotros.
Para mi siguiente cumpleaños mi prima repitió su regalo, seguramente por sentirse responsable de la desaparición de la anterior. La cuide todo el año, hasta le puse nombre (pero ya me lo olvidé), pero llegó de nuevo mi momento de vacaciones y una vez más no sobrevivió a mi ausencia. Pasaron muchos años hasta que el año pasado tenía a mis plantas vivas y felices, ¿la solución? me quedé a trabajar acá todo el verano jajaja…
Y este año con el episodio de mi perciana, tengo sólo dos macetas vacías que no creo que me extrañen…
Saludos
Luji
1 comentario:
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ajaahaha pobres plantas
y macetas!! te das cuenta!!!
el proximo año cuándo regreses te regalo una plata,,a ver si la cuidas eh! jajajajaj!
aayayayaaayay ya te vas amiga, mas tarde paso a visitarte!!
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a ver si te copas allá y le regás las plantas a tu madre jajaj!
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besos amorrrrrrrrrrrr
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